domingo, 26 de agosto de 2012

Preguntas sobre el sueño? aquí las respuestas :)


1.1.        ¿Qué es el sueño?

El sueño[1] es un estado de reposo uniforme de un organismo. En contraposición con el estado de vigilia -cuando el ser está despierto-, el sueño se caracteriza por los bajos niveles de actividad fisiológica (presión sanguínea, respiración) y por una respuesta menor ante estímulos externos.
El vocablo «sueño» (del latín somnus, raíz original que se conserva en los cultismos somnífero, somnoliento y sonámbulo) designa tanto el acto de dormir como el deseo de hacerlo (tener sueño). Metafóricamente, se afirma que una parte del cuerpo se le ha dormido a uno, cuando se pierde o reduce pasajeramente la sensibilidad en la misma (parestecia).
Dormir va mucho más allá del mero descanso. Todos lo hacemos y todos sabemos por experiencia propia que su composición, profundidad, intensidad y capacidad de reponer energía varia considerablemente. Alguien que duerme posiblemente este tumbado, inmóvil, en un entorno tranquilo, confortable, con una respiración constante y que de vez en cunado se mueva impulsivamente y se de la vuelta.



1.2.        ¿Por qué y para qué dormimos?
La mayor parte de la estimulación sensorial está desconectada durante el sueño y los músculos se hallan completamente relajados, algunos de ellos incluso temporalmente paralizados. Podríamos decir que dormimos para obligarnos a descansar. No obstante, incurriríamos en un error si interpretáramos el sueño como un simple medio de conservación de la energía. La cantidad de energía ahorrada durante el sueño es casi imperceptible comparada con la de una persona sentada en reposo.
Algunos científicos han afirmado que el sueño profundo es esencial para reparar el desgaste diario del organismo y que las ensoñaciones durante el periodo de sueño restauran la eficacia del cerebro. Sin embargo, existen sobradas evidencias que sugieren que la reparación que efectúa el organismo durante el sueño profundo no es superior a la que se produce durante el sueño ligero o el reposo en  estado de vigilia, muchos psicólogos creen que la actividad cerebral durante los periodos de ensoñación, es fundamental para el bienestar emocional y mental.


1.3.        ¿Cuánto hay que dormir?
La duración del sueño no puede concretarse exactamente: para algunos cinco horas son suficientes mientras que otros necesitan diez. La media es de 7,30 horas y ese tiempo es lo que duermen dos tercios de la población mundial, con un margen de 1 hora más o menos.[2]
La convivencia entre personas con diferentes ritmos de sueño plantea a veces dificultades, sobre todo cuando se considera que dormir mucho es una mala costumbre, propia de perezosos, se puede cambiar con solo proponérselo. En experimentos realizados en Estados Unidos se consiguió reducir progresivamente el tiempo de sueño y sólo por debajo de las cinco horas y media por noche se presentaron perturbaciones serias. Para sorpresa de los investigadores algunos de los individuos que acostumbraban a dormir ocho horas las redujeron voluntariamente a seis o siete a partir de su participación en los experimentos.

1.4.        ¿Cuales son las etapas del sueño?

Por termino medio dormimos entre seis y nueve horas cada noche, durante este periodo pasamos por cuatro o cinco ciclos distintos de unos noventa minutos, poco más o menos, de duración, que se intercalan con breves periodos de vigilia que no recordamos.
Cada ciclo de sueño tiene cinco etapas, según los estudios de Dement, alumno de Kleitman: somnolencia, sueño ligero, dos etapas de sueño profundo y sueño REM o MOR (en español). El sueño de un adulto sano consta alrededor de un 25% de sueño profundo, un 50% de sueño ligero y un 25% de REM.[3]
Acontinuación se describen cada una de esas etapas:
Usualmente quienes duermen pasan a través de cinco etapas: 1, 2, 3, 4, y sueño REM (movimiento rápido de los ojos). Estas etapas progresan cíclicamente desde 1 hasta REM luego comienzan nuevamente con la etapa 1. Un ciclo de sueño completo toma un promedio de 90 a 110 minutos. Los primeros ciclos de sueño cada noche tienen sueños REM relativamente cortos y largos períodos de sueño profundo pero más tarde en la noche, los períodos de REM se alargan y el tiempo de sueño profundo desciende.
Etapa 1 es el sueño liviano cuando se entra y sale del sueño y se puede despertar fácilmente. En esta etapa, los ojos se mueven lentamente y la actividad muscular se enlentece. Durante esta etapa, muchas personas experimentan contracciones musculares repentinas precedidas de una sensación de estar cayendo.
En la etapa 2, el movimiento de ojos se detiene y las ondas cerebrales se vuelven más lentas con sólo un estallido ocasional de ondas cerebrales rápidas. Cuando una persona entra en la etapa 3, ondas cerebrales extremadamente lentas llamadas ondas delta se intercalan con ondas más pequeñas, más rápidas. En la etapa 4, el cerebro produce ondas delta casi exclusivamente. Las etapas 3 y 4 son referidas como sueño profundo, y es muy difícil despertar a alguien de ellas. En el sueño profundo, no hay movimiento ocular o actividad muscular. Es cuando algunos niños experimentan mojar la cama, caminar dormidos o terrores nocturnos.
En el período REM, la respiración se hace más rápida, irregular y superficial, los ojos se agitan rápidamente y los músculos de los miembros se paralizan temporalmente. Las ondas cerebrales durante esta etapa aumentan a niveles experimentados cuando una persona está despierta. También, el ritmo cardíaco aumenta, la presión arterial sube, los hombres experimentan erecciones y el cuerpo pierde algo de la habilidad para regular su temperatura. Es el tiempo en que ocurren la mayoría de los sueños, y, si es despertada durante el sueño REM, una persona puede recordar los sueños. La mayoría de las personas experimentan de tres a cinco intervalos de sueño REM cada noche.
Los niños pequeños pasan casi el 50% de su tiempo en sueño REM. Los adultos pasan cerca de la mitad del tiempo que duermen en la etapa 2, cerca del 20% en REM, y el otro 30% se divide entre las otras tres etapas. Los adultos más viejos pasan progresivamente menos tiempo en el sueño REM.


1.1.        ¿Qué consecuencias tiene la privación del sueño?
Tras noches en vela, las facultades de concentración, atención y percepción se ven mermadas, y aparecen los primeros síntomas de ofuscación, alteraciones en el sentido de la orientación y una creciente tendencia depresiva. Después de cinco noches sin dormir parecen presentarse los síntomas de alteración de la percepción, razonamiento y conciencia, e incluso alucinaciones y paranoias, que reciben el nombre de “psicosis de privación de sueño”.
Otros especialistas, y particularmente los investigadores estadounidenses, señalan que las consecuencias de la privación de sueño no son tan graves: temblores de manos, visión doble (ocasionalmente), falta de reflejos, dificultad para llevar acabo tareas monótonas y de larga duración, malhumor, irritabilidad y alucinaciones (que, sin embargo, aparecen raramente, y casi nunca en las dos noches de insomnio).



1.2.        El problema del ritmo en vuelos transoceánicos
El reloj corporal puede sin más, adelantarse o atrasarse de media a una hora diaria. Lo mismo sucede en los casos  de vuelos entre zonas con husos horarios contiguos., a pesar de que dos horas de diferencia deja de sentir sus efectos. Estar despierto dos horas más de “lo acostumbrado”. ( es decir, de lo marcado por el ritmo corporal), suele costar menos que, habiendo volado en dirección este, dormirse dos horas antes presenta un problema.
En vuelos que atraviesan varios husos horarios (llamados transmeridianos), se nos presenta el problema con toda nitidez. Simplemente se desplaza la “noche” artificial a otro momento del día, a uno posterior (en el caso de simulación de vuelos hacia el oeste) o a uno más temprano (en vuelos que se dirigen hacia el este)

1.3.        Análisis de la calidad del sueño
Solo una quinta parte de la población mundial disfruta de un sueño reparador. Los demás nos limitamos, en lo mejor de los casos a quedarnos dormidos leyendo un libro, y en el peor, a sufrir trastornos del sueño. Evalúa los niveles de energía, ¿Te despiertas grogui o con la cabeza pesada? ¿Te sientes adormilado o te duermes en momentos inadecuados? ¿Cae en picado tu energía después del almuerzo? ¿Te despiertas por la noche? Sabemos que existen tres condiciones principales que influyen en el sueño: la salud física, la salud psíquica y el entorno del sueño.
Tal desplazamiento de fase produce efectos desagradables, dicho efectos constituyen lo que en el lenguaje científico se denomina: “desincronización posmeridiana”: los ritmos biológicos no se adecuan al nuevo horario, y tiene que modificarse. Así pues los ritmos corporales están a disgusto todo el día.
Se sabe por experiencia que los vuelos en dirección este suponen una mayor perturbación que los de dirección contraria.  Teóricamente esto podría deberse a que los vuelos transoceánicos de América a Europa suelen despegar por la noche, lo que significa que los pasajeros pierden el sueño de una ornada, excepto por aquellos afortunados que no tienen problemas para dormir en una silla. El día corporal dura 25 horas por esto resulta más fácil alargar el día exterior que acortarlo.
Las consecuencias del vuelo transoceánico y las de trabajo por turnos son las mismas: menor rendimiento, problemas intestinales y digestivos y, sobre todo, alteraciones del sueño, que durante la primera noche desaparece o bien es muy ligero y entrecortado, al tiempo que en el curso del día se arrastra un sueño insoportable. 




[1] Tomado de Wikipedia, http://es.wikipedia.org/wiki/Sue%C3%B1o
[2] Dieter E. Zimmer, Dormir y soñar (Wenn wir schlafen und träumen), 1985, Salvat Editores, S.A,barcelona
[3] Tomado de Chris Idzikowski, Aprender a dormir bien,( Learn to Sleep Well), 2001, Editorial ONIRO.

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